Cuidado de la Creación, Responsabilidad de la Iglesia
- Iglesias Bautistas de Puerto Rico
- 28 abr
- 2 Min. de lectura
Por: Rvda. Abigail Medina
lunes, 28 de abril de 2025
«Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo, Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar» Salmos 8.5-8 (RV1960).
«Continúan protestas contra construcción en Rincón», «Proyecto Esencia ¿desarrollo o riesgo para Cabo Rojo?», «Forcejeo y arrestos en protesta contra tala de árboles y paseo en Rincón», «Denuncian intervención política en el deslinde de Punta Bandera, «Activistas en Peñuelas continuarán la lucha contra las cenizas y la quema de carbón» … Estos son algunos de los titulares que leo cada día en la prensa.
En el Salmo 8:5-8 el salmista menciona que Dios le ha dado al ser humano una posición privilegiada en su creación. Es poco menor que los ángeles y señorea sobre la creación de Dios. Este privilegio viene con una gran responsabilidad. Este «señorío» no se trata de que la creación es para que nos la apropiemos y la explotemos; sino para que la cuidemos. Si fuimos creados y creadas a la imagen de Dios, debemos cuidar su creación del mismo modo que Él lo haría.

Creo que a nuestras mentes pueden venir muchas referencias de personas que ejercen señorío sobre la creación de maneras muy deficientes como, por ejemplo, quienes abandonan a sus mascotas en las calles o quienes son llamados y llamadas a proteger los recursos naturales y no lo hacen. Con solo leer los titulares de las noticias, nos damos cuenta de todo lo que está sufriéndo la creación de Dios en nombre de un «progreso» que realmente lo que hace es hacernos retroceder como sociedad.
La Iglesia tiene una gran responsabilidad en el cuidado y la administración de la creación. Dios nos ha llamado a cuidar de ella, a que señoreemos sobre ella con responsabilidad y con justicia. No podemos quedarnos callados ni calladas ante la destrucción que está ocurriendo. Debemos levantar nuestra voz profética para denunciar y anunciar la conservación de nuestros recursos naturales.
Si como Iglesia permanecemos en silencio ante la destrucción de la creación, nos volvemos cómplices de su deterioro y le fallamos al propósito sagrado que se nos ha encomendado. Una Iglesia silente se aleja del corazón de Dios. Respondamos con fidelidad, levantando nuestra voz y actuando con valentía como instrumentos de Dios ante la responsbildad ineludible del cuidado de la creación.
A eso hemos sido llamados y llamadas.
La Rvda. Abigail Medina es ministra ordenada de las Iglesias Bautistas de Puerto Rico. Actualmente es pastora asociada de la Iglesia Bautista de Sabana Llana. También es la coordinadora nacional para Ministerios Interculturales y directora asociada de Creciendo Juntos de ABHMS.
Komentáře