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El Mundo es de mi Dios

Por: Reverenda Mayra Giovanetti

lunes, 5 de mayo de 2025


«Le has hecho poco menos que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo, Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar». Salmos 8:5-8

 

¡Qué bendición contar con el libro de los Salmos para inspirar nuestra adoración a Dios! Son tantos los cánticos que se derivan de estos escritos que a su vez fueron el salterio de la época. Obviamente la música que le asignamos no necesariamente corresponde a la que hayan cantado antaño pero ciertamente al leer los versículos 5 al 8 del Salmo 8, inmediatamente vienen a la mente los versículos que le preceden y que cantamos de memoria:

 

//¡Oh, Jehová, Señor nuestro,

Cuán glorioso es tu nombre

en toda la tierra!//

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,

La luna y las estrellas que tú formaste?

Digo (yo): ¿Qué es el hombre,

para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?


¿Sí o no a que también lo cantaron en su mente? Así crecimos y maduramos: leyendo, cantando y memorizando estos Salmos que nos hablan de la grandeza de Dios y el mundo que hizo y le pertenece. Estos mismos versículos nos llevan al principio, a Génesis 1:28 que nos dice: «Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra». Si bien la palabra sojuzgar puede tener una connotación negativa y hasta una interpretación imperialista, en el contexto bíblico la entendemos como la tarea asignada a la humanidad (a través de Adán y Eva) de trabajarla y administrarla responsablemente, no para destruirla sino para cultivarla y que sea productiva para sustentar la vida.

 

Ciertamente, Dios es el Creador y a Él es a quien adoramos. Su creación es una muestra que nos enfoca en Él y que nos hace pensar en cuánto nos ama que tiene memoria de nosotros y nos visita; primeramente a través de Jesucristo y, una vez Él ascendió después de Su resurrección, nos visita a través de Su Espíritu Santo. La Palabra nos invita a mantener el orden diseñado por Dios y a adorarlo solo a Él mientras somos responsables de la creación humana, vegetal y animal que le pertenece en el mundo que es Suyo.

 

Somos bendecidos al ver cómo los pueblos mapuches en Chile, miskitos en Nicaragua y wayúu en Colombia cuidan y admiran la creación de Dios. En nuestra experiencia hemos visto cómo la creación ha facilitado el entendimiento del Dios Creador y Salvador en medio de estos pueblos y así nosotros también aprender de ellos al sojuzgar responsablemente el mundo que es de Dios. Por eso podemos afirmar con el salmista en el versículo 9, «¡Oh, Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!»

 

Los Reverendos Carlos Bonilla y Mayra Giovanetti son consultores regionales para discipulado en Iberoamérica y El Caribe a través de Ministerios Internacionales. Son ministros endosados, comisionados y ordenados por las Iglesias Bautistas de Puerto Rico. Poseen sus maestrías en artes en estudios teológicos y énfasis en estudios bíblicos del Seminario Teológico Bautista del Este de Pensilvania.

 
 
 

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