Por: Los Reverendos Carlos Bonilla y Mayra Giovanetti
lunes, 25 de noviembre de 2024
Se te ha hecho conocer lo que está bien, lo que el Señor exige de ti, ser mortal: tan solo respetar el derecho, practicar con amor la misericordia y caminar humildemente con tu Dios». (Miqueas 6:8 BLPH)
¡Sobrevivimos! ¿Será que sí sobrevivimos este tiempo electoral 2024? ¿Cómo quedamos al completarlo? ¿Con sensaciones de felicidad, decepción, satisfacción, inconformidad, alivio, desasosiego? Dependiendo de nuestra postura política, será nuestra respuesta. Como solo una persona puede «ganar», si nuestra alineación coincidía, estaremos felices; pero si no, nuestra inconformidad durará por los siguientes 4 años… Y mientras tanto, el mundo nos necesita.
En su momento, el pueblo de Israel le pidió a Samuel que, en vez de jueces que no seguían sus pasos, les dieran un rey que gobernara como en todas las naciones (1 Samuel 8). Han pasado miles de años y seguimos rechazando a Dios como nuestro Rey y optando por versiones humanas imperfectas para regir nuestras vidas y gobierno cívico. Ciertamente no vivimos en teocracia y reconocemos la separación de Iglesia y estado. Sin embargo, como Iglesia y como discípulas y discípulos del Camino seguimos fallándole al mundo que nos necesita.
Por eso en este tiempo post-electoral -y siempre, en realidad- debemos enfocarnos en la unidad del cuerpo para atender las necesidades del prójimo. Debemos reconocer nuestros respectivos roles dentro de la política a título personal y de manera colectiva. Estemos atentos a las injusticias que se cometen, evitémoslas o al menos denunciemos y busquemos soluciones favorables para las personas y las comunidades más vulnerables, como recientemente vimos en la bienal de la AETH en Orlando donde la teoría y la práctica siempre tienen que estar unidas. El mundo nos necesita en unidad de espíritu para servir como sal y luz, como bálsamo, como agentes de reconciliación, como las manos, los pies y el corazón de Jesús en medio de este siglo XXI tan corrompido.
Por eso recurrimos a las instrucciones que nos deja el Señor en Miqueas 6:8 pues se nos ha hecho conocer lo que está bien, lo que el Señor exige de nosotros individual y colectivamente, seres mortales: «que respetemos el derecho, practiquemos con amor la misericordia y caminemos humildemente con nuestro Dios». En el mundo que vivimos que separa la Iglesia del estado y donde no hay ni habrá más teocracia, enfoquémonos en seguir las instrucciones que encontramos en nuestro manual y norma suprema de fe y conducta (la Biblia) y respondamos a las necesidades del mundo que nos necesita y está esperando nuestra respuesta de derecho, amor, misericordia y humildad por amor a Su Nombre. Así podremos celebrar en este tiempo de «acción de gracias» que Dios sigue siendo nuestro Dios y Rey y es quien nos permite ser Sus embajadores en este mundo que nos necesita.
Los Reverendos Carlos Bonilla y Mayra Giovanetti son consultores regionales para discipulado en Iberoamérica y El Caribe a través de Ministerios Internacionales. Son ministros endosados, comisionados y ordenados por las Iglesias Bautistas de Puerto Rico. Poseen sus maestrías en artes en estudios teológicos y énfasis en estudios bíblicos del Seminario Teológico Bautista del Este de Pensilvania.
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